Esta cofradía fue refundido el 23 de marzo de 1959, tomando
nombre y los fines de otra que existía a mediados del siglo XVI y de la cual se
encontró documentación hasta 1760 en la parroquia de Santiago, hoy en el
archivo del Arzobispado de Valladolid.
Un grupo de personas, conscientes de que las celebraciones
de la Semana Santa de Valladolid no serían completas sin la participación de
una cofradía que diera culto a la Resurrección, se embarcó en la tarea de
redundar esta cofradía.
La cofradía tenía por finalidad alumbrar la imagen que de
Jesús Resucitado se conserva en la mañana de Domingo de , un Cristo musculado y
de tamaño algo inferior al natural.
Fijo su sede, en la iglesia Parroquial de Santiago Apóstol,
porque esa había sido la sede de la Cofradía antigua y porque allí se
encontraba, aunque deteriorada y retirada del culto, la imagen de Jesús
Resucitado que habría pertenecido a la anterior cofradía y que el entonces
Párroco, Rvdo. Sr. Don Ricardo Núñez, cedió a la cofradía para que la diera
culto y procesionaria.
En el año 1965 se comenzó a participar en la Procesión
General de la Sagrada Pasión alumbrando la imagen de “Las Lágrimas de San Pedro” con diversos montajes, acompañando al
“Ecce Homo” de Alonso de Rozas junto a dos sayones, o a un cristo atado a una
columna, pero la diferencia entre las tallas y la belleza en sí de la imagen de
San Pedro arrepentido hizo que ésta fuera la única que compone este paso.
Dado que la cofradía inicialmente te solo procesional a el
Domingo de Resurrección, no llevando por tanto capirote, hubo de elaborarse un
segundo hábito para los días de Pasión, dualidad de hábitos que se mantiene
hasta hoy ( si bien la túnica es común y solo cambia la parte superior y el
escapulario).
En 1986, la cofradía participó por primera vez en la
Procesión de Nuestra Señora de la Amargura, hoy denominada La Amargura de
Cristo. Este hecho aceleró la necesidad de cambiar de sede ya que apenas tenía
la posibilidad de celebrar los cultos y no disponía de espacio para guardar el
paso.
Así, en este mismo año, la cofradía traslada si sede
canónica a la iglesia Conventual de Nuestra Señora de Porta Coeli ( Calderonas), donde reside actualmente,
compartiendo oración con las hermanas Dominicas y encargándose de la apertura y
custodia del templo.
En 1993, con intención de tener una imagen en propiedad, y
dadas las dimensiones más reducidas del primitivo Resucitado, se encarga una
nueva talla al escultor Ricardo Flecha, que es la que procesionales en la
actualidad.
A finales de 1601, Doña Mariana de Paz Cortés, viuda del
regidor Don Juan Bautista Gallo, dona unas casas para la fundación del convento
ya denominado de Nuestra Señora de Porta Coeli y que pertenecería a la Orden Franciscana.
Al no poder hacer frente a las deudas, en 1606 cedió el patronazgo a Don
Rodrigo Calderón, Marqués de Siete Iglesias y secretario del Duque de Lerma, quien
se convirtió en el fundador del convento bajo la Orden Dominica.
El 7 de Mayo de 1615 se firma la cesión del convento entre el
benefactor y la Priora del mismo, donde se detallan todas las obras y se
relacionan los compromisos adquiridos.
La iglesia es de planta de cruz latina, atribuyéndose su
traza a Diego de Praves. En el sotocoro se encuentran las imágenes de Nuestro
Padre Jesús Resucitado y de María Santísima de la Alegría, titulares de la
Cofradía. El altar principal esta presidido por un gran lienzo de la Asunción
de la Virgen, del tenebrista italiano Orazio Borgianni, flanqueado por las estatuas
de santo Domingo de Guzmán, San Raimundo de Peñafort, Santa Catalina de Sena y la Beata Bienvenida de Austria. Y en la
parte superior destaca un espectacular Calvario, con probable mano de Gregorio
Fernández, que se sabe que participó en la escultura del Convento.
En los altares laterales destacan otras dos pinturas de Borgianni:
San Francisco recibiendo los Estigmas, en el lado del Evangelio, y la Virgen
entregando el rosario a Santo Domingo, en el lado de la Epístola.
En los extremos del crucero se encuentran las estatuas
orantes de Don Rodrigo Calderón y si mujer, Doña Inés de Vargas, en el lado de
la Epístola, y las de Francisco Calderón y María Sandelin, padres del fundador,
en el lado del Evangelio.
El hábito se compone de sotana blanca, muceta roja con
botonadura del mismo color, guantes y calcetines blancos y zapatos negros.
En los actos o desfiles procesionales de los días de Pasión,
la muceta roja se sustituirá por el capirote y escapulario negros en los
cofrades adultos y por muceta negra en los infantiles.
El distintivo de la Cofradía es la medalla del Resucitado con
su correspondiente cinta y borlas blancas, y que es impuesta el tercer día del
Triduo en Honor a la Resurrección por el Consiliario u otro sacerdote facultado.
Procesiones en las que participa:
Procesión del Arrepentimiento: Miércoles Santo
Procesión de Amargura: Jueves Santo. Desfila con “Las
Lágrimas de San Pedro”.
Procesión de María Santísima de la Alegría: el Domingo de
Pentecostés
Procesión del Encuentro de Jesús Resucitado con la Virgen de
la Alegría.
Bandas:
En el año 1991, un grupo de cofrades se propuso aprender a
tocar el tambor y formar así nuestra banda de tambores que, desde entonces,
anuncia la llegada de la Cofradía y marca el paso de sus cofrades.
Tambores y timbales forman el conjunto de instrumentos que
ha ido experimentando cambios, desde sus primeros simples ritmos cuaternarios
hasta los más sincopados y amalgamados, jugando con los matices e incluso los
silencios, dependiendo del sentido de la Procesión que acompañan.
Su banda es la única compuesta únicamente por tambores y
bombos.
No cabe duda que año a año la banda ha ido madurando y se ha
hecho un hueco en la Semana Santa vallisoletana, convirtiéndose, además, en una
de las señas identificativas de la Cofradía.
Para entrar a formar parte de la banda solo se deben cumplir
dos requisitos: llevar dos años o más en la cofradía y ser mayor de 14 años.
El coro de voces graves de la Cofradía se forma en el año
2006 para participar con sus cánticos en la Procesión del Arrepentimiento.
El repertorio es principalmente gregoriano pero también
interpreta obras a dos y tres voces de de distintas épocas que pueden
enriquecer y ensalzar el carácter de la Procesión.
Además interpreta en el transcurso de la misma la obra Tu
est Petrus compuesta por Sergio Casorran para la cofradía.
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