Sus comienzos fueron unos Ejercicios Espirituales del
jesuita Ginés Recio y el empeño del rector Mergelina.
El padre Ginés Recio, rector del colegio de San José,
contaba con un notable prestigio entre los profesores de la Universidad.
Organizó este jesuita unos Ejercicios Espirituales para hombres en la iglesia
de Santiago en aquel curso 1940-1941. De aquellos, nació el deseo de establecer
una Hermandad de Docentes, de acuerdo con el rector de la Universidad, Cayetano
Mergelina. Deseaban venerar la talla del Santísimo Cristo de la Luz, realizado
por Gregorio Fernández para la capilla de los Daza del antiguo monasterio de
San Benito, desamortizado y propiedad del Estado en su Museo de Escultura,
aunque depositado casi siempre fuera de su recinto —en la capilla del Colegio
de San Gregorio cuando éste se hallaba en Santa Cruz o en Santa Cruz cuando el
Museo se trasladó a San Gregorio—. Siendo una pieza magnífica y de madurez de
Fernández, no fue creada para las procesiones de Semana Santa aunque estuvo muy
presente en la publicística de los carteles y las guías de promoción. Lo que
pretendían sus fundadores es que esta Hermandad estuviese compuesta únicamente
por docentes de todos los niveles. Según relata Luis Fernández Martín, los
miembros de aquella primera Hermandad se reunían todos los viernes, en un breve
acto religioso que organizaba el padre Recio, “con su cálida, insinuante y
plástica palabra”, preparación al que habría ser acto central de la misma, al
mediodía del Viernes Santo.
Los estatutos fueron aprobados en marzo de 1941,
produciéndose su primera salida procesional a las tres de la tarde del Viernes
Santo de 1942, dirigiéndose hacia la Catedral. Los cofrades, que no
participaban en la General del Santo Entierro, debían vestir con una ropa
austera y sencilla, siendo portado la imagen de Cristo en unas andas por unos
hermanos ataviados con túnicas rojas. Deteniéndose en la fachada de la
Universidad, en la Iglesia mayor escuchaban el sermón y se recorrían las
estaciones de Vía Crucis, a lo largo del perímetro del templo. El esplendor se
escapó tras el doctor Mergelina y los primeros fundadores, llegando hasta los
años sesenta, suspendiéndose la actividad de la misma y permaneciendo el Cristo
de la Luz en la capilla universitaria del Palacio de Santa Cruz. Y aunque esta
imagen volvió a ser cartel de la Semana Santa en 1986, habrá que esperar a
noviembre de 1992, para que en una nota de periódico, se solicitase a los que
habían sido cofrades de la Hermandad de Docentes, se empleasen en una
reconstrucción de la misma, dirigidos por una Junta Rectora y por un grupo de
estudiantes universitarios.
Se encargó el canónigo y profesor universitario, Félix López
Zarzuelo, de poner al día el texto de los estatutos, siendo aprobados en 1993
—acaban de ser renovados en 2014—. La nueva denominación sería la de Hermandad
Universitaria del Santísimo Cristo de la Luz, eliminándose la condición de
docente para poder pertenecer a la misma. Fue elegido alcalde mayor, el doctor
Antonio Alarcos Llorach, disponiendo además con el apoyo del también profesor
Angel Allué. La primera salida de su nueva etapa será en la mañana del Jueves
Santo de 1994, siguiendo la planta antigua que realizaban el Viernes de la
Cruz. Aquel primer año no participaron en la procesión General, incorporándose
en 1996. Mientras el jueves, los comisarios portan la imagen a hombros, el
viernes es conducida en una bellísima carroza. Desde entonces, la Hermandad ha
realizado un importante esfuerzo por recuperar tradiciones y por favorecer el
diálogo entre la fe y la cultura. En esa línea se decantaron los alcaldes
mayores, Luis Pastor, Carlos Alberola y María Ángeles Martín Bravo, todos ellos
profesores universitarios. La belleza y la estética procesional también se
acercan al misterio de la cruz; como ocurre a través de la música o por los
autos de navidad y cuaresma. La Hermandad cuenta con una especial vinculación
con el Monasterio de Santa María la Real de Huelgas, en cuyo templo han
realizado algunos de sus actos litúrgicos más importantes.
Procesiones en las que participa:
Procesión del Santísimo Cristo de la Luz (Jueves Santo,
11:00). La procesión parte del Palacio de Santa Cruz, sede del Rectorado de la
Universidad. Tras los toques de la campana que se encuentra en su fachada se
abren las puertas, abriendo el cortejo la cruz alzada y los ciriales, portados
por unos personajes ataviados con hábito púrpura y capucha que impide verles el
rostro. De forma similar va ataviado el que porta la bandera de la cofradía.
Cuando la magnífica talla atraviesa el umbral (que se queda pequeño, haciendo
los portadores un admirable esfuerzo de precisión), el Coro Universitario
comienza a cantar en una Plaza de Santa Cruz abarrotada de público mientras los
cofrades hacen pasillo alrededor. El acompañamiento musical consiste en
dulzaina, tamboril y bombo, emulando los sones barrocos del s. XVII, por lo que
la sonoridad de esta procesión es única. La imagen va custodiada por dos
maceras con jubón negro y sombrero con pluma blanca. Detrás de ella va el
Rectorado. En la fachada de la Universidad, a los sones del Gaudeamus Igitur,
el Rector lleva a cabo la ofrenda florar y uno de los miembros de la comunidad
universitaria lleva a cabo una disertación sobre el conocimiento y la fe. La
procesión se dirige a la Catedral, en cuyo interior se reza un Vía-Crucis.
Participa en el desfile una representación de la Hermandad Universitaria del
Stmo. Cristo de la Luz y Ntra. Sra. Madre de la Sabiduría de Salamanca, a la
que la Hermandad vallisoletana acompaña también en su desfile del Martes Santo.
Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor (Viernes
Santo, 19:30).
Traslado Solemne del Santísimo Cristo de la Luz (Viernes
Santo, 23:30). Cuando la Cofradía finaliza el recorrido de la Procesión
General, se encamina de nuevo al Palacio de Santa Cruz. Desde el callejón del
Padre Arregui, en el lateral del Palacio, se inicia el traslado de la imagen
hasta la Capilla, donde se le da culto el resto del año.
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